Al poco tiempo de crear la empresa Goma Laca SL (aunque ya éramos restauradores) empezamos a observar que los conocimientos que teníamos de la carcoma y de los métodos que utilizábamos para su exterminio estaban mostrando algunos cambios y nos dimos cuenta que si no éramos estrictos con la formula y tiempo se perdía eficacia para que fuera un tratamiento anti carcoma 100% efectivo.
En 1996 decidimos asegurar que nuestro tratamiento anti carcoma fuera 100% efectivo, así que llevamos a cabo un estudio propio, totalmente controlado y fiable.
Seleccionamos muebles infectados con diversas especies de carcoma, trasladándolos cuidadosamente a un entorno propicio que permitiera su desarrollo sin riesgos externos para la prueba.
Diseñamos ese entorno para controlar cada variable, garantizar resultados reales y demostrar así la máxima eficacia de nuestro tratamiento especializado.
Esperando su Madurez y puesta de huevos, realizamos nuestro tratamiento por separado y en combinación de distintas variantes para llegar a la formula definitiva.
Química, temperatura y tiempo. Voy a comentarla, aunque sin dar la formula exacta porque pertenece a los secretos de taller
(Química; la gran mayoría de productos a la venta son repelentes que sirven para prevenir no para curar nosotros lo hemos transformado en insecticida cumpliendo todas las normas de sanidad y siendo totalmente inocuo para las personas, pero el inconveniente es que, aunque la composición es muy ligera y volátil (para que tampoco haga daños en los muebles) es muy difícil impregnar todo el volumen de la madera como para llegar a matar a las larvas en su totalidad.
Temperatura: Hay informaciones de que los cambios bruscos de temperatura altas o bajas acaban con la carcoma, pero estos cambios producen en los muebles.
Las altas temperaturas deshidratan la madera la rajan y a veces se pierde un volumen que no se puede recuperar al menos sin añadir piezas
Por eso optamos por el frío, ya que permite controlar mejor la humedad, cuyos daños son mínimos, casi invisibles y muy fáciles de solucionar.
El tiempo, aunque muchas veces subestimado, es fundamental en el tratamiento. Sin él, ni la química ni el frío actuarían correctamente sobre la madera afectada.
Además, gracias al tiempo, evitamos daños en muebles terminados que no deseamos restaurar, preservando su estado original sin comprometer la eficacia del proceso.
Después buscamos resultados reales. Esto implica romper el mueble, localizar huevos, larvas de distintas edades y adultos listos para salir, y verificar su eliminación total.
Seguimos haciendo comprobaciones de forma aleatoria, especialmente en muebles tratados que serán restaurados, asegurándonos de que el tratamiento ha sido completamente efectivo antes de intervenir.
lo que ya no se explicar sabiendo que los productos químicos tienen una durabilidad o caducidad que restos o señales quedan en los muebles para que los insectos no vuelvan, porque nunca hemos tenido un nuevo ataque xilófago en muebles tratados por nosotros






























